Desde que dejamos atrás la vida nómada, allá por el Neolítico, hemos desarrollado en nuestras vidas cada vez más el concepto de “hogar”. Y es que, cada vez que pensamos en él, nos vienen a la cabeza olores, imágenes, sentimientos que nos hacen sentir ese calor tan llamativo que conlleva la palabra. De aquí surge el interiorismo y el querer hacer nuestro espacio único.

Si es cierto que, debido a la multitud de culturas y gustos personales que existen, han surgido muchos estilos y el proceso de decorar tu hogar puede llegar a ser algo abrumador.

 

Vamos a ver algunos de los principales estilos de decoración que existen para tratar de ayudarte:

 

Estilo nórdico

Ampliamente conocido (también llamado escandinavo), proviene del norte de Europa, donde las pocas horas de luz han llevado a escoger colores y tonos que lleven a compensar esta carencia.

 

Estilo minimalista

Busca el orden dentro del concepto de “menos es más”. Sigue la idea de buscar el necesitar lo menos posible para vivir.

 

Estilo provenzal

Inspirado por un ambiente rústico pero a la vez ligero, no sobrecargado. Busca la sencillez inteligente que promueva la calidez del hogar.

 

Estilo industrial

Proviene de los famosos lofts neoyorquinos de los años 50. Espacios diáfanos, muy abiertos, con elementos metálicos, paredes de ladrillo visto y colores oscuros.

 

Estilo wabi-sabi

Muy utilizado hoy en día. Busca la belleza de la imperfección. Un concepto muy oriental que proviene de Japón (no confundir con el estilo japonés).

 

Estilo japonés

Armonía, equilibrio, elegancia… Se busca encontrar el estado “Zen” de meditación tan desarrollado en el país nipón.

 

Estilo mediterráneo

Basado en las proximidades de nuestro mar. Tonos blancos, azules… ¡Sí, que parezca que estamos inmersos en Mamma mía!

 

Sabemos que hay mucho donde elegir, por eso queremos ayudarte en el proceso y guiarte según tus propios gustos y necesidades.